El pasado día 23 de abril un grupo en representación de la Parroquia de San Juan Bosco participó en la Asamblea Sinodal Diocesana, que se celebró en las instalaciones de los Hermanos Maristas de Jaén.
Esta Asamblea clausuraba la fase diocesana del Sínodo de los Obispos que se celebrará en 2023.
La Asamblea comenzó con una oración comunitaria compartida entre todas las personas asistentes, unas 400, provenientes de toda la Diócesis de Jaén.
A continuación nuestro Obispo, Sebastián Chico, dirigió unas palabras a la Asamblea, resaltando sobre todo el agradecimiento al trabajo, tiempo dedicado y las iniciativas de cada persona que ha participado en el proceso sinodal diocesano. Animó a que siguiéramos trabajando por la salvación de este mundo y todas las personas que lo formamos.
Terminadas las palabras del Sr. Obispo, se ofreció información del itinerario seguido desde octubre de 2021 hasta la celebración de esta Asamblea y la participación que ha habido en todo el proceso sinodal: 127 Parroquias, 362 grupos sinodales, y numerosos colectivos, siendo más 4.000 personas las que han aportado a la reflexión diocesana del Sínodo, generando más de 700 documentos.
Se expusieron presentados de una forma dinámica, alegre y compartida por Jesús, un seminarista, y Soledad, una parroquiana de Úbeda, los resultados del proceso Sinodal Diocesano:
- Hitos más relevantes, entre los que destacamos el descubrimiento tan importante del papel de las personas laicas en la Iglesia y que todo este proceso está vivo y es dinámico.
- El impacto a nivel Diocesano, que ha dotado a la Diócesis de herramientas y cauces de comunicación que no tenía. A nivel Parroquial fortaleciendo las relaciones y vínculos, incluso con nuevas personas. Ha existido un temor generalizado de que todo este trabajo quede en nada. Y a nivel global, aunque se reconoció que el impacto ha sido limitado, su se resaltó que se ha normalizado el término de “sinodalidad”.
- Experiencias y aportaciones que se han planteado desde el discernimiento:
- Una oportunidad histórica.
- Experiencias de sinodalidad.
- Se han puesto también de manifiesto “heridas” y dificultades.
- Llamadas al cambio y a la renovación estructural de muchas parroquias y Diócesis.
- Llamada a la conversión pastoral.
- Apuesta por las familias.
- Iglesia en salida.
- Apostar por el primer anuncio del Evangelio.
- Crear estructuras en las que se fomente la corresponsabilidad.
- Potenciar experiencias interparroquiales y diocesanas, que ayuden a caminar juntos.
- Próximos pasos:
- En las parroquias y comunidades religiosas, hay que seguir intentando llegar a todas las personas y potenciar los órganos de participación (consejos, comisiones) desde la corresponsabilidad.
- En la Diócesis, potenciar el trabajo corresponsable entre el laicado y el colectivo de ordenados en las estructuras diocesanas, animar la participación de zonas alejadas y desvinculadas, continuar haciendo convocatorias de ámbito diocesano, fomentar la conversión pastoral.
- En la Iglesia universal, reformar la curia romana, más preocupación por el 3er. mundo y las personas desheredadas de la tierra. Y trabajar por una Iglesia diferente más cercana al Evangelio de Jesús de Nazaret.
Como conclusiones podemos resaltar:
- Deseo fuerte de acción y cambio.
- Empezar por la conversión personal.
- Fortalecer la vocación de las personas laicas y su misión en la Iglesia.
- Caminar en unidad y contado con todas las personas.
- El Espíritu nos llama e impulsa a no perder la esperanza.
Componentes del grupo de nuestra Parroquia, sugirieron al finalizar la exposición de los resultados a Juan Ignacio Damas, Vicario de Evangelización, que ha llevado la coordinación de todos los equipos diocesanos del Sínodo, que se revise el informe que se elevará a la Conferencia Episcopal Española así como el documento completo Diocesano, para que el lenguaje utilizado en el mismo sea más inclusivo, sobre todo en el ámbito femenino.
Tras un corto descanso, se expusieron diversos testimonios de personas que han participado a lo largo del proceso en esta experiencia de reflexión y trabajo sinodal. Lo hicieron el responsable diocesano de apostolado seglar, un matrimonio de Jódar representando a la Parroquia de la Asunción; dos mujeres representantes de las parroquias pequeñas de Arroyo del Ojanco, Puente Génave y Peñolite, una comunidad de religiosas de Linares y unas niñas, Julia y Victoria, que expusieron como cómo han vivido este proceso sinodal, que han aportado y que ha supuesto para todas ellas.
Tras el momento de la comunicación de testimonios tuvo lugar una comida compartida, posteriormente todas las personas participantes se dirigieron junto, caminando hasta la Catedral, encabezados por un grupo joven de batucada de Mancha Real hasta la Catedral, donde con una Eucaristía presidida por nuestro Obispo se daría por concluida la fase diocesana del Sínodo de la Sinodalidad.
En su homilía nuestro Obispo, resaltó y nos animó “a construir un gran proyecto de trabajo para los próximos años, con las aportaciones realizadas, y llevarlo a su realización desde la verdad y la humildad, con nuestras pobres fuerzas, pero contando con la gracia del Espíritu Santo”.
Esperamos que todo el trabajo desarrollado en el proceso Sinodal Diocesano y el resultado del propio Sínodo de los Obispos, suponga el inicio de un tiempo de renovación y cambio para continuando caminando en sinodalidad, vayamos construyendo la Iglesia en mayor sintonía con los valores evangélicos desde todos los ámbitos.