Formo parte de un grupo de personas del ambiente salesiano que participa desde hace años, ligados a la labor de Cáritas, en el Dispositivo de temporeros realizado en Jaén durante la época de la recogida de aceituna. Nuestra función es realizar rondas nocturnas por la ciudad atendiendo a las personas que se encuentran en situación de calle. Les ofrecemos alimentos,
mantas y toda la información que puedan necesitar. Esto nos permite llevar a cabo nuestra verdadera labor, que no es otra que la de acompañar, acoger, escuchar su historia…, y ayudarles en la medida de lo posible.
Este grupo lo formamos personas de distintas edades, orígenes y confesiones, a las que nos mueven las mismas motivaciones, que no son otras que: el poder formar parte de ellos y que sus historias formen parte de nosotros, el ser partícipes de este cambio social tan necesario, el empatizar con cada una de sus historias…, y personalmente, la participación del grupo en cada salida y la implicación de tantas personas que colaboramos con este tipo de proyectos. Y no
siempre las sensaciones que nos llevamos son buenas, muchas de las situaciones que vivimos nos generan tristeza, impotencia, frustración, indignación…, pero, aún así, es una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido. Estas personas nos enseñan humildad, coraje, esperanza, fortaleza…, y a darle valor a las cosas verdaderamente importantes de la vida.
Durante esta temporada, mi experiencia acumulada y el haber podido coordinar este año el grupo me han permitido tener un mayor y mejor nivel de implicación, pudiendo acompañar a estas personas más de cerca, interviniendo en problemas más concretos para intentar buscar una solución, conociéndolos a ellos de manera más personal, etc. Es necesario señalar que
cuando estos temporeros llegan a nuestra ciudad se encuentran con un sinfín de dificultades: precariedad laboral, incertidumbre de conseguir plaza en el albergue, inseguridad a la hora de dormir allí, falta de viviendas de alquiler para los trabajadores, falta de medios económicos…
Si alguna idea sacamos en claro año tras año es que estos problemas se podrían evitar con la VISIBILIZACIÓN y CONCIENCIACIÓN de la situación que se produce, y con la DENUNCIA SOCIAL, imprescindible para que este cambio se haga realidad y es responsabilidad nuestra, como ciudadanos, el trabajar activamente para que esto no se repita cada año en nuestra ciudad.
Marta Linares del Val
Coordinadora del grupo de voluntarios