In memoriam, D. JAIME MARQUINA.

24 febrero 2021

En este año Cincuentenario queremos recordar a los salesianos religiosos, ya difuntos, que han formado parte de estos 50 años y han contribuido a construir esta historia en favor de los jóvenes más necesitados y las clases populares.

Comenzamos, como no puede ser de otra manera, por el primer salesiano que llegó a nuestra ciudad, D. Jaime Marquina. Conoceremos algo de su perfil personal e historia de la mano de uno de los primeros educadores, D. Felipe Morente:

El compromiso por el cambio me lo suscitó la singular figura de don Jaime Marquina, el primer y único Salesiano durante el primer mes de andadura del nuevo proyecto educativo. Su inquietud y sentido de la responsabilidad por hacer las cosas bien lo convirtió en un personaje que – aunque ya fallecido- no hay que olvidar. Pocos sabemos lo que Jaime tuvo que bregar por cambiar las condiciones precarias en las que se vivía en Santo Domingo.

Por las noches, cuando todos los chicos estaban ya durmiendo, Jaime me solía invitar a tomar alguna cosa de su peculio personal: a veces solamente unas onzas de chocolate, pero otras, si había buenas noticias, incluso una copa de coñac; el caso era charlar y compartir las impresiones del día, sobre todo expresar el desasosiego que le producía no poder contar ya con los nuevos recursos en infraestructuras de mobiliario, dependencias…. Solía contar conmigo por ser el único educador que venía de la mano y experiencia educativa salesiana. 

Como buen gallego, Jaime era inquieto, persistente y a veces muy cabezudo; pero sobre todo era sensible y excelente gestor. Rara era la noche que no lamentaba la falta de respuestas o la lentitud que encontraba en Diputación ante los problemas que surgían. Pero su mayor pesar se lo provocaba ver la lentitud en la terminación de la nueva residencia. Casi cada día, bajaba Jaime a ver la obra de la carretera de Madrid donde se construía el nuevo Santo Domingo. Hubo noches que se les saltaban las lágrimas por la impotencia que sentía ante tanta complicación, alguna sobrevenida por el azar o casualidad. 

Entre unas cuestiones y otras, una de aquellas noches plantea Jaime que el cambio de residencia debía conllevar asimismo un cambio en el nombre del centro. Creía que seguir llamando Santo Domingo [referido al fundador de los dominicos] al nuevo centro sería mantener ciertos clichés poco oportunos a la nueva realidad. 

Le sugerí que el nombre de Domingo Savio venía que ni pintado al caso. Se trataba de un santo salesiano, era un santo adolescente, como los residentes en el centro, y era un nombre novedoso en la toponimia jiennense: ¿qué se podría objetar? A Jaime le pareció bien, muy bien, si interpretamos su gesto de aprobación. Sin embargo, no tenía todas consigo de que fuera tenido en cuenta; Diputación ya había decidido ponerle el nombre de “Nuevo Santo Domingo” … qué originalidad… Al final, aunque en los documentos de archivo consta así, Nuevo Santo Domingo, la realidad es que con el tiempo se aceptó llamarse, no Domingo Savio, como nos hubiera gustado a algunos, sino Santo Domingo Savio. Se mantuvo, sin embargo, el nombre de Santo Domingo para el grupo escolar anexo a la residencia juvenil, y que años después se segregó del complejo residencial y se incorporó al sistema público de Educación, del Estado español y después, de la Junta de Andalucía.

 

También te puede interesar…

40 ANIVERSARIO DEL CJ DOSA

40 ANIVERSARIO DEL CJ DOSA

El 6 de mayo de 1984 nacía el Centro Juvenil Domingo Savio, DOSA. Durante estos cuarenta años, de manera...