Aunque, durante todo el curso nuestros grupos de Catequesis y del Movimiento Cristo Vive han estado preparados para realizar las sesiones telemáticamente, en las últimas semanas se está convirtiendo en la forma de colaborar en prevenir la expansión de la pandemia.
Nuestra parroquia aboga y prefiere la presencialidad en las sesiones de catequesis pues el valor de la vivencia del grupo es fundamental para la educación en la fe cristiana, que es comunitaria desde sus orígenes. Sin embargo, somos conscientes y responsables ante la situación que vivimos.
La experiencia, aunque distintas, está siendo positiva y estamos contentos con la participación de los/as niños/as y adolescentes y el apoyo de sus familias. También, felicitar a los/as catequistas y animadores/as por su labor y su esfuerzo.
Esperamos, que en breve, la situación nos permita volver a las sesiones presenciales y experimentar lo bonito de compartir juntos nuestra fe.